(LA NUEVA ESPAÑA)

Pedro de Silva: "Mi libro ´El Rector´ es la historia de un asesinato con disfraz legal"

El expresidente recrea en un intenso drama los últimos dos años en la vida de Leopoldo Alas Argüelles, el hijo de Clarín ejecutado en 1937

Eduardo GARCÍA

Sopló ayer el viento sur en Oviedo, el mismo que tiene protagonismo en el primer acto de "El Rector" (Editorial Losada), el drama escrito por el expresidente del Principado Pedro de Silva, que fue presentado anoche en la Biblioteca de la Universidad.

Cuenta la historia de Leopoldo Alas Argüelles, hijo de Clarín, rector universitario y víctima "de un asesinato con disfraz legal". Una historia que se inicia en octubre de 1934, entre las ruinas humeantes que el viento sur aviva, tras los sucesos revolucionarios. "Vetusta está esculpida por el viento del sur", se lee en ese primer acto con dos actores: el rector Alas y su amigo Lucio, profesor de la Universidad.

Alas intenta explicar aquella ruina, y Lucio le afea esa absurda levedad frente a la barbarie. Y entre piras de libros el rector habla de concordia, del poder de la instrucción, de la esperanza... "Hay que reconstruir todo esto como sea. Pediremos libros a todas las universidades del mundo" hasta convertir la Academia "en una parcela de paz".

Dos años más tarde, Leopoldo Alas Argüelles se sienta en el banquillo. Las autoridades franquistas hacen lo imposible por condenarlo a muerte pero ni siquiera en esas circunstancias es fácil. Pasan testigos, transcurren meses y la única prueba de cargo es que el rector intervino en un mitin en Oviedo en petición de indemnizaciones a las viudas y los huérfanos de la revolución de 1934. Suficiente para llevarlo, en febrero de 1937, ante el pelotón de fusilamiento. Fue un acto de terror deliberado, fuera de toda lógica.

Esa falta de lógica, aseguró Pedro de Silva, ejerció de detonante para que tomara el asunto con "interés vehemente" y "obsesión" por el "atractivo irresistible de la muerte inexplicable".

"La historia que cuento es la muerte de un justo, de un inocente", un sacrificio humano de lógica difusa, que no logra mantenerse ni siquiera bajo la tesis de la búsqueda de un chivo expiatorio.

Los actores Alejandro Hidalgo y Jorge Moreno leyeron esa diálogo entre ruinas con el que comienza la obra. En él, Leopoldo Alas Argüelles se aferra a la esperanza pero intuye "una amenaza que está en el aire", tiempos de venganzas y desquites que no habían hecho más que empezar.

El catedrático Leopoldo Tolivar, nieto del rector Alas, recordó a su madre Cristina "que llegó a leer la primera versión del libro y de emocionarse con él". Tolivar habló de los cinco dramas implícitos en la obra de Pedro de Silva: el de la Cultura, el de las dos Españas, el personal y familiar del rector, el del Derecho, con la primacía de la venganza sobre la ley; y el de la decepción. La de todos, también la de muchos de los de bando vencedor que llegaron a creer que la sublevación llegaría con valores cristianos, los de la piedad y el perdón.

El libro, drama en siete actos, lleva prólogo del escritor Juan Pedro Aparicio, autor -recordó Silva- "de una portentosa recreación literaria del último viaje de Jovellanos desde Gijón a Puerto de Vega" con su novela "Nuestros hijos volarán con el siglo".

Juristas y políticos -entre ellos la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez- se dieron cita en el marco idóneo para la presentación, allí donde arranca el drama. El propio director de la Biblioteca universitaria, Ramón Rodríguez, actuó de anfitrión.