(EL COMERCIO)

"Para quitar coches al Muro trataría de utilizar más la imaginación que el hormigón"

"Ganando una vía para los peatones creo que habría espacio suficiente para tener un paseo de características similares a las que se pretende"

Luis Muñiz Restaurador de la Escalerona y la Madre del Emigrante

A. VILLACORTA

Luis García Muñiz (61 años, nacido en Villaviciosa pero afincado en Gijón desde niño) acaba de regresar de tierras cántabras, donde ha llevado a cabo su último proyecto: la reconstrucción de los aleros escultóricos de la iglesia de Santa María La Real, en Piasca. Pero en el currículum de este restaurador formado en la Escuela Superior de Restauración de Madrid y en la de Bellas Artes de París también figuran intervenciones recientes como las restauraciones de la pérgola de Los Campinos, la Escalerona o la Lloca y el desmontaje y traslado de las esculturas de Navascués. Eso, en Gijón. Y, en Oviedo, el de los murales del hospital al nuevo HUCA.

¿De qué se queja usted?
De que en Asturias se está haciendo muy poco en restauración. Tenemos un patrimonio inmenso y no miramos para él. Yo soy restaurador desde hace 30 años y estoy viendo que el campo de la cultura está bastante vapuleado por falta de medios.

El mosaico de Veranes

Tuvo algún problema en Veranes.
Eso fue un apaño excesivamente grosero por parte de los responsables de su contratación a la empresa adjudicataria de la restauración de los mosaicos.

Quedó segundo en el concurso y llevó el asunto a los tribunales.
Lo que está claro es que el Ayuntamiento adjudicó la obra, tras seis meses de deliberaciones, a la empresa con la que desde 1995 colabora el autor del proyecto de la segunda restauración de los mosaicos y que también fue el director de las obras. Mi intención al recurrir la adjudicación siempre fue la de llevar a cabo el trabajo. Una vez ejecutado y, por tanto, perdida la oportunidad de hacerlo, estoy a la espera de lo que diga el juez. Lo que sí creo es que, a partir de ahora, estos casos no se volverán a repetir o por lo menos se adjudicarán de manera más rigurosa.

Intervino en la Escalerona, todo un símbolo de Gijón.
Sí. Y, para tener 80 años, la vi bastante bien. El arquitecto que la diseñó lo tenía todo bien pensado. En el transcurso de la obra fuimos descubriendo mecanismos que, en origen, estaban formados por cables de acero y poleas que permitían el cambio o reparación de la iluminación interior y otros con los que se podía arriar el mástil para efectuar el cambio o reposición de la bandera. En la actualidad, se encuentran sin uso y han sido sustituidos por otros más ligeros y fáciles de manipular, pero se ha tenido la precaución de describirlos y documentar sus restos.

¿Hay algo que tenga que abordar urgentemente Gijón?
Hay una cuestión polémica, que es el Elogio del Horizonte. Chillida dejó dicho que el hormigón se tenía que dejar deteriorar con el tiempo, pero, con el pastón que costó aquello, hay armaduras que lo están reventando. Ya cayeron varios fragmentos hace cuatro años y ya tuvieron que ir los bomberos. Me lo preguntó el arquitecto del Ayuntamiento y le dije que hay que hacer una revisión de cómo se encuentra el hormigón y abordar una especie de trabajo de mantenimiento. Incluso se podría impermeabilizar sin que cambiase su aspecto. Si lo sigues dejando, además de matar a un paisano, aquello va a quedar hecho unos zorros.

Unificar la fealdad

¿Qué le parece el último plan para el Muro del Ayuntamiento?
Yo vivo en Cabueñes, en la aldea, y soy enemigo total del coche, con lo cual todo lo que sea quitar vehículos de la zona me parece fenómeno. ¿Que la solución que plantean es costosísima? Evidentemente. Todas estas obras brutales me desbordan. Yo trataría de utilizar más la imaginación que el hormigón. ¿No sería posible compartir el uso del Muro a ciertas horas con los coches reduciendo su tránsito a dos vías? Con la vía ganada creo que habría sitio más que suficiente para tener un paseo de características similares al que se pretende, pero creo que dejar aquello despejado para cedérselo a perros, ciclistas y humanos sería una buena solución.

¿Qué mas le preocupa?
La fachada marítima de Gijón es un auténtico desastre. Esos acristalamientos sucios, que no se mantienen en las condiciones adecuadas... Me parece un horror total. Antes estaba mal, pero yo sigo viendo allí unos bloques a los que se les ha hecho un "lifting" que ha conseguido parcialmente ir unificando la fealdad. A mí no me gusta.