Noticias / Entrevista a Juanma Castaño (p.1995) en la prensa
Esta Noticia fue editada el: 31-07-2016

Entrevista a Juanma Castaño (p.1995) en la prensa max-width=

(El Comercio)

«Soy feliz con lo que tengo»

Juanma Castaño está en casa, de vacaciones, aunque en unos días vuelve a Madrid a preparar su nueva aventura nocturna y radiofónica

PACHÉ MERAYO - Le gusta estar en casa. En su playa, en las calles que quebraron sus rodillas de niño. Le gusta tanto este Norte que hasta ve el sol donde solo hay nubes. Ayer, temprano, antes de que el verano se mostrara enérgico, Juanma Castaño miraba al gris tirando a día negro que asomaba por la Escalerona y decía seguro: «Hoy, olas». «Que sí que sale. Que esto se arregla». Y se arregló. Y él y los suyos se bañaron. No cerca de San Pedro, donde vive cuando viene de vacaciones, sino en la playa de Vega. Allí, además de la arena, le esperaba «el mejor pescado de Asturias». Pero, en realidad, este periodista deportivo que el próximo 21 de agosto toma las riendas de las noches en la Cope y que cada fin de semana pone cara a los deportes en Cuatro, es feliz en todas partes. Le gusta el Madrid que le ha abierto las puertas, las costas de Cádiz que tienen temperatura y estampa de paraíso. Le gusta el mundo y le gusta su vida, aunque esa va a cambiar en poco tiempo «y mucho».

-Está de vacaciones, pero no podrá evitar pensar constantemente en su nueva aventura profesional.

-Lo hago todo el tiempo. Escucho la radio mucho más que nunca y siempre he sido un enamorado de las ondas. Pero ahora... ando buscando claves, fórmulas...

-¿Alguna en especial?

-La naturalidad. Esa es la esencia. Si escucho a un locutor que no está siendo él mismo ya no me gusta su programa. Me da igual lo que me cuente, lo que me ofrezca, pierdo el interés.

-¿Recuerda cuando ante el micrófono todos engolaban la voz?

-Sí, que lejos está eso. Antes había cánones. Ahora hay naturalidad. Tienes que ser tú y yo quiero ser yo mismo.

-¿Tanto se gusta?

-Que va. No es eso. Lo que pasa es que prefiero equivocarme siendo yo mismo que equivocarme siendo otro.

-Por cierto el programa ya tiene nuevo nombre. Ya no será "El partidazo de las 12" porque empezará a las 23.30.

-Hemos decidido llamarle "El partidazo de la Cope".

-Suena muy parecido.

-Sí, de eso se trata. Es una nueva etapa y ponemos nuevo nombre, pero queremos que la gente siga asociando eso que va a escuchar a las noches deportivas de la cadena.

-He leído que pretende dar muchas exclusivas.

-Ya me gustaría. Yo quiero dar muchas exclusivas, pero no es tan fácil. Pero sobre todo quiero contar cosas que sean ciertas, que ya se sabe lo que pasa.

-¿Nervioso con lo que está por venir?

-No, de verdad. Estoy impaciente. No puedo negar que pienso en ello todo el tiempo, pero no estoy nervioso. Me lo tomo con tranquilidad.

-¿No le preocupa el hecho de que su tiempo fuera del trabajo se quedará reducido a la mitad?

-Esa es la parte menos positiva. La verdad es que tuvieron que convencerme. Fue un proceso muy largo porque yo vivía muy bien. Hacía la radio desde casa. Mi ordenador, mi despacho, mi propia emisora y todo el tiempo de radio adaptado a mi trabajo en la televisión los sábados y domingos. Vivía realmente bien.

-¿Qué le han dicho en casa?

-Están contentos con el éxito, pero temen que sea muy poco el tiempo que tenga para ellos.

-¿Y sus hijos?

-Ya hemos hecho cambios. Tienen 5 y 8 años y, a partir del próximo curso, van a volver a comer en casa, para estar conmigo. Antes lo hacían en el cole. Pero es que si no, no les veo.

-¿Todavía hay amigos que le invitan a fiestas los fines de semana?

-Síiiii. Llevo años y años en esto y todavía tengo que explicar que no puedo, que yo trabajo. Pero es lo que tiene vivir contracorriente. Los demás son los que viven en la normalidad y son más que nosotros, por eso hay que explicarlo cada vez. Pero no me molesta, lo entiendo perfectamente.

-Por cierto sus pequeños son madrileños. ¿Les está inoculando Asturias?

-Por supuesto y lo estoy consiguiendo. Les encanta esto. Pero es que viniendo de Madrid, Gijón resulta una ciudad de unas proporciones muy manejables. Aquí viven al lado del mar, comen muchísimo y comen bien. ¡Cómo se come en Asturias! Y además es mucho más barato que en Madrid.

-Cómo se nota que está de vacaciones. ¿Cuál es su plan de un día cualquiera?

-Ayer, por ejemplo, bajé el Sella con mis hijos y fue genial.

-¿Volcó?

-No, no. Bueno sí... y perdí las gafas. Vamos que me salió cara la aventura. Pero lo pasamos genial. Y hoy otra vez playa. Porque, pese a lo que parece, el sol va a salir, sí. Hay que tener fe y, además, es que lo dicen las predicciones.

-¿Echa de menos esos cielos grises en medio del calor intenso de la capital?

-Pues, sí, claro que se echa de menos, pero si te digo la verdad, yo no soy de esos que va por el mundo diciendo que como Asturias no hay nada. Tengo que reconocer que soy feliz en Madrid. Es una ciudad que me ha tratado siempre fenomenal y me siento bien allí. En realidad, me siento bien en cualquier parte y soy feliz con lo que tengo. Disfruto de todo, por qué no.

-¿También del estrés de las audiencias? ¿Las mira todos los días?

-Es lo primero que hago. Mira (y saca su móvil y muestra las de ayer y explica los picos y los análisis que se hacen sobre ellos).

-¿Le cambia a uno el gesto cuando no son los datos esperados?

-El gesto y el día. Es muy importante, pero es como esa persona que hace caja al acabar el día y un día ve que la caja no está tan llena o al contrario. Es algo que va con tu trabajo. No es ni peor ni mejor. En la radio, por otro lado, las audiencias se miden cada tres meses. La cosa cambia.

-Dirigirá al mismo equipo con el que ya trabajaba.

-Sí. Manolo Lama, Paco González... Somos ya una gran familia. Voy a coordinar a personas que yo escuchaba y admiraba. Eso es la leche.

-Teniendo un periodista deportivo delante no me resisto a preguntarle por las declaraciones de Neymar del otro día. ¿Qué opina de cómo contestó a un colega?

-Pues pienso que no estuvo mal. ¿Qué dijo? ¿Preguntar lo que todos nos hemos preguntado? ¿Qué harías tu con mi edad, 24 años, y ganando lo que yo gano? Pues sabes que te digo que, a lo mejor, yo sería peor que él.

-¿Es difícil administrar el éxito?

-Muy difícil. Pero piensa que él es un dios para los suyos. Yo he estado en Brasil, un país enorme y allí todo el mundo cree que Neymar es dios. Eso tiene que ser muy complicado de administrar.

-¿Usted cómo lo administra?

-Yo no tengo que hacerlo. Qué va. Yo soy un tío normal que trabaja por las tardes y ahora por las noches, pero que por la mañana va al Carrefour para llenar la nevera.

 

Foto Angel