(La Nueva España)

Diez años sin Dioni Viña

Carta de un hijo a su añorado padre para ponerle al día de todos los cambios -o no cambios- en su Gijón del alma

David Viña 13.02.2017 |  Y, de repente, sin darnos cuenta, ya han pasado diez años de ese fatídico 10 de febrero de 2007. Diez años desde que nos dejaste, y diez años en los que día a día se te echa de menos, mucho, ni te lo imaginas. ¿Y cómo recordarte? Para ti, no encuentro mejor forma que escribirte unas líneas, cómo a ti te gustaría. Parece que todavía te escucho diciéndome: "¡Escribe, guaje!". Y en eso estamos.

Han pasado muchas cosas en este tiempo, pero lo más importante es que te fuiste teniendo una nieta, y ahora tienes tres. No, no te asustes, no tenemos tres hijos, la pequeñina es de Marina, Laura. Nosotros ya nos quedamos con Rocío y Miguel. Y te preguntarás por Mamá, qué tal le está yendo. Sólo decirte que se ha convertido en una abuela de restallu. ¿Y Marina? Te sorprendería la fuerza que tiene.

¿Sabes que tienes un parque? Sí, como lo oyes, Gijón tiene un parque que se llama Dionisio Viña, pero entre tú y yo, nosotros los llamamos el parque del abuelo, a nosotros nos suena mejor así. Tus nietos preguntan mucho por ti y les hubiera encantado conocerte. Estoy convencido de que hubieras ayudado mucho a Mamá en esa ardua tarea de malcriar a los nietos y que tan bien hacen los abuelos. Dejaste huella, mucha, mucha gente te quería y muchas personas se acuerdan de ti con cariño, especialmente ese 5 de enero que nunca ha vuelto a ser igual. Eso sí, desgraciadamente muchos amigos tuyos nos han dejado, aunque a esos ya les habrás dado unos cuantos abrazos allá dónde estéis.

Gijón ha cambiado, el mundo ha cambiado, aunque no estoy seguro que sea para mejor. Por ejemplo, el Gijón Baloncesto, ese equipo que con tanto esfuerzo de muchos llegó a competir en ACB, desapareció, nos lo cargamos. Ahora está empezando a resurgir con el Gijón Basket. Gente de basket con ganas de hacer las cosas bien y que esperemos tengan suerte. Y el Sporting, te preguntarás si ha cambiado. Bueno, digamos que en este caso la vida sigue igual y ya han pasado veinte años. ¿Y el Grupo? También ha cambiado, somos muchos, demasiados, diría yo, aunque sigue siendo una parte vital para nosotros. Ahora el Centro Asturiano ya es del Grupo, se compró un cachín de la finca de las Mestas y en breve parece que comprarán parte del Chas. ¡Medio Gijón es grupista!

¿Sabes que seguimos teniendo alcaldesa? Sí, pero no es Paz, sino Carmen Moriyón, que no es ni del PP ni del PSOE, ni de IU. Es de Foro Asturias, un partido creado por Álvarez-Cascos, que gobierna en coalición con Xixón Podemos. Un barullo de narices. En esto de la política sí que han cambiado las cosas, sobre todo a partir de la crisis que empezó en el 2009 y que mucha gente sigue sufriendo.

Lo que sí ha cambiado es el metrotrén, alucinas, menuda obra se han marcado entre todos. Tenemos una superestación en el centro de Gijón que me río yo de la Estación Central de Nueva York y con un metro que llega hasta Cabueñes. Y ahora llegas a Oviedo desde El Molinón en diez minutos y con la Variante de Pajares te plantas en Atocha con el AVE en tres horas. ¡El futuro ya ha llegado! Venga, bromas aparte, lo único que tenemos es un "solarón" donde han puesto algo de hierba y cuatro banquinos, mientras que el túnel está lleno de agua para que vayan los guajes a pescar muiles. ¿Sabes la sensación que me da todo esto? Que nunca lo llegaremos a ver funcionar, a lo mejor mis nietos cuando vengan de visita porque nuestros hijos mucho me temo que se tendrán que buscar la vida fuera de Asturias.

El mundo está loco, y ahora todo lo controla internet. Ahora hay facebook, whatsapp, twitter? Sí, lo se, suena todo muy raro. Y el móvil se ha convertido en un mini ordenador y nos ves a todos como borreguinos caminar por la calle mirando para la pantalla. Cosas de la tecnología. Además, puedes ver los periódicos por internet y la información vuela, aunque el placer de leer el periódico en papel por las mañanas con un buen café, eso no lo quitará el progreso.

Te echamos de menos, mucho. Cómo me gustaría dar esos paseos por Gijón contigo, parándote a hablar con amigos en cada manzana, ir a tomar un culete a El Cartero, acompañarte hasta la redacción, pegarnos un bañín en la playa, encontrarte en el Grupo. Cómo me gustaría que volvieras a contarnos esas historias de Gijón que sólo tú sabías, y sólo tú sabías contar de la forma en que las contabas. Cómo me gustaría volver a disfrutar de tu presencia, pero eso es imposible, aunque sigues estando muy presente. ¿Por qué te fuiste tan pronto? 64 años no son nada. Es duro, pero así es la vida, dicen. Un beso de todos los que te queremos, y somos muchos, ni te lo imaginas.