A poco días -3 y 4 de Marzo- de celebrarse la XXXIII Edición del Torneo Infantil del Colegio de la Inmaculada nos emociona poder compartir con todos que a partir de este año llevará además el nombre de Pachi Cuesta en memoria del jesuita fallecido el pasado 24 de noviembre.

Fue en 1985, año en que el Padre Ángel Cuesta Ramos volvió para quedarse en el Cole, cuando él y José Guerrero propusieron una idea que llevaban tiempo madurando para mayor fomento del deporte escolar y de la convivencia, la creación de un Torneo que tomó finalmente forma el 1 de mayo de 1986 con la inauguración del I Torneo Internacional Infantil Colegio Inmaculada.

Fueron días intensos de organización y deporte en el que además de la práctica deportiva sobresalió el ambiente -muchos aún conservan en la actualidad una entrañable amistad- entre jugadores, entrenadores, responsables de equipos y los organizadores y colaboradores que por aquel entonces no llevaban más que una credencial de papel con su nombre protegida por un plástico y sujeta con un imperdible. Los míticos jerseys azules llegaron años más tarde.

En aquel primer Torneo únicamente participaron equipos locales, regionales y europeos (Italia y Bélgica) de baloncesto. Fueron 204 los jugadores de basket que disputaron y disfrutaron durante 4 jornadas de este deporte. A partir de la siguiente edición fueron añadiéndose otras disciplinas deportivas.

Por aquel entonces practicar el bote y lanzamiento a canasta del balón naranja se había convertido en el deporte con mayor demanda en las canchas colegiales pues El Cura ya le había dado impulso desde su etapa anterior y a posteriori lo consolidó como Entrenador Nacional de Baloncesto y como coordinador de la Escuela de Baloncesto del Colegio La Inmaculada.Esa escuela de la que muchos aprendimos con él los valores humanos y educativos del deporte primero y de las actividades extraescolares después. Extendió a los Campamentos esas enseñanzas que fueron y se mantienen mucho más allá de su título de Director de Actividades de Tiempo Libre.

Por todo ello, Pachi Cuesta, Padre Jesuita y Entrenador Nacional de Baloncesto, es una figura imprescindible tanto dentro de la historia de nuestro colegio como la del Baloncesto asturiano. Fue reconocido en 2005 por la Fundación Gijón Baloncesto con la insignia de Oro quien fuera socio fundador y número 2 del Gijón Baloncesto. Y el Colegio de La Inmaculada tras décadas de labor educativa y deportiva le entregó su Insignia de Oro durante una entrega de trofeos del Torneo que a partir de ahora y para siempre llevará merecidísimamente su nombre propio porque suyo es desde la primera hasta la última edición.

Aunque Curi haya fallecido su espíritu vive.