Noticias / Entrevista a Ángel de la Fuente (p.1980), presidente de Fedea
«El sistema es viable, pero necesitará ciertos ajustes.»
Esta Noticia fue editada el: 04-03-2018

Entrevista a Ángel de la Fuente (p.1980), presidente de Fedea max-width=

(El Mundo)   «

Ángel de la Fuente (Fedea): "Es difícil resistir la demagogia electoralista con las pensiones"

DANIEL VIAÑA - Ángel de la Fuente es el presidente de Fedea, fundación a la que la comisión del Pacto de Toledo ha acudido en más de una ocasión en busca de recomendaciones para salvar el sistema de la Seguridad Social. Entre sus consejos a los políticos están el no volver a ligar todas las pensiones al IPC y dejar a un lado las propuestas demagógicas.

¿Cuál es la dimensión del problema de la Seguridad Social?

El déficit del sistema el año pasado rondará los 19.000 millones o un 1,6% del PIB. Aunque se trata de una cifra elevada, está todavía dentro de lo manejable. Lo peligroso sería que el déficit se disparase en el futuro si abandonamos los esfuerzos que se han hecho en los últimos años para contener el gasto, tanto por parte de Gobiernos del PP como del PSOE.

¿Es viable el sistema?

Sin duda ninguna, pero necesitará ciertos ajustes, que en buena parte ya se están implementando, para capear una situación demográfica complicada. No hay riesgo de que nos quedemos sin pensiones públicas, pero esas pensiones tendrán que ser algo menos generosas en relación a los salarios durante las próximas dos o tres décadas. Hasta que la pirámide de población española vuelva a la normalidad tras la brusca caída de la natalidad registrada a partir de los años 70, cada vez habrá menos personas trabajando para pagar cada pensión. Para cuadrar las cuentas, seguramente será necesario que las pensiones desciendan gradualmente en relación a los salarios, lo que no quiere decir que éstas tengan que caer en términos absolutos.

¿Cómo es el sistema en comparación con el de otros países?

Nuestro sistema público de pensiones está entre los más generosos, no en términos absolutos porque nuestro nivel de renta no lo permite, pero sí en cuanto a la tasa de reposición que mide la relación entre la pensión inicial y el salario antes de la jubilación. Según la OCDE, este ratio es del 72% en España frente al 56% de Suecia y el 38% de Alemania, por citar dos países europeos que a menudo nos sirven de referencia. Es cierto también que los tipos de cotización son diferentes, pero esto sólo compensa parcialmente las diferencias.

¿Es posible subir las pensiones más de un 0,25% o ligarlas al IPC?

El problema no es cuánto subirlas este año sino establecer una regla de actualización que sea sostenible y lo más equitativa posible. Yo diría que hay margen para blindar las pensiones mínimas frente a la inflación y para hacer otros retoques puntuales del sistema que suavicen los efectos adversos de la aplicación del IRP, especialmente para las rentas más bajas. Sin embargo, no creo que haya margen para volver a la actualización generalizada con el IPC y menos aún para deshacer por completo las dos últimas reformas sin subidas masivas de impuestos o cotizaciones. En un informe reciente, en Fedea hemos calculado que volver a la indexación general al IPC aumentaría el gasto medio en pensiones durante las próximas cuatro décadas en 2,7 puntos de PIB. Para pagar esto, habría que subirnos a todos el IRPF un 36%. Si además desmantelásemos el resto de las dos últimas reformas, volviendo entre otras cosas a la jubilación a los 65, esta cifra se duplicaría. Para blindar sólo las pensiones mínimas, sin embargo, bastaría con una subida del 6% en la recaudación del IRPF. Subir impuestos para mejorar las pensiones es ciertamente una opción, pero tenemos que ponernos de acuerdo en hasta dónde queremos llegar y hacerlo siendo conscientes de los costes.

¿Hay alguna medida factible entre lo que han propuesto los partidos políticos?

Algunas podrían ser útiles y otras contraproducentes, pero lo que no he visto todavía es una propuesta realista y coherente de hacia donde tiene que ir el sistema. Se ha hablado mucho, por ejemplo, de pasar algunas cosas de los presupuestos de la Seguridad Social a los del Estado para así reducir el déficit del sistema y sacar al IRP de su tope inferior del 0,25%. Es posible que haya alguna partida de gasto para la que esto tenga sentido, pero en términos generales estaríamos haciéndonos trampas al solitario porque, al final, la vaca es la misma por más que cambiemos de teta.

¿Por qué cree que el Pacto de Toledo no ha propuesto todavía nada? ¿Se están utilizando las pensiones políticamente?

La solución más efectiva es hacer que la tarta crezca más rápido, adoptando medidas que ayuden a crear empleo y aumentar la productividad. Por otra parte, tenemos que pensar seriamente sobre qué sistema de pensiones queremos y podemos pagar, siendo realistas sobre la situación demográfica a la que nos enfrentamos y nuestras posibilidades presupuestarias. Necesitamos hacer muchos números y hablar mucho unos con otros.

¿Cuáles son las posibles soluciones para la situación de la Seguridad Social?

Supongo que no es fácil alcanzar un acuerdo porque no hay soluciones mágicas e indoloras y nadie tiene muchas ganas de plantarse con malas noticias ante un electorado que no está precisamente de buen humor. La tentación de hacer demagogia con fines electoralistas es difícil de resistir, tal como se está viendo estas últimas semanas.

¿Cómo serán las pensiones del futuro?

Dependerá mucho de las decisiones que tomemos. No me atrevo a hacer pronósticos, pero ahora mismo veo un riesgo grave de que la situación política se traduzca en una marcha atrás en las últimas reformas que no nos llevaría precisamente en la dirección correcta.

 

Foto Angel