Noticias / El fallecimiento de nuestro compañero Antonio González Colunga (p 1957) en la prensa
Nuestro compañero, que fue Decano del colegio de abogados de Gijón, falleció el 28 de mayo.
Esta Noticia fue editada el: 29-05-2021

El fallecimiento de nuestro compañero Antonio González Colunga (p 1957) en la prensa max-width=

Antonio González Colunga, decano del Colegio de Abogados de Gijón durante cinco años, falleció en la tarde de ayer en el Hospital de Cabueñes a los 80 años, dejando una profunda huella en cuantos lo conocieron profesional y personalmente.

Sus más cercanos conocían el delicado estado de salud que atravesaba el letrado, lo que no impidió que muchos de los que fueron sus compañeros en la abogacía quedaran impactados ayer al conocer la noticia.

A Sergio Herrero le tocó sucederle en el cargo en el colegio. «Es una noticia que lamentamos toda la abogacía gijonesa», decía al enterarse de su fallecimiento.

Herrero no tenía más que buenas palabras para un hombre del que quiere destacar «su caballerosidad y amabilidad con todos los compañeros».

Cuando él cogió el relevo en el colegio se encontró con «una situación muy satisfactoria, el trabajo bien hecho». Por ello, quiso insistir en que «todos los abogados de Gijón le debemos agradecer su dedicación al colegio durante muchos años».

De hecho, González Colunga estuvo en la institución colegial primero como bibliotecario, junto a Pedro Silva Sierra, quien fuera presidente del Colegio de Abogados de Gijón entre los años 1974 y 1989 y padre del expresidente del Principado, y luego pasó a presidirla. Después Silva Sierra le llamó para formar parte de su junta directiva y, llegado el año 1999, tras el cese de José Agustín Antuña, Antonio González Colunga accedió al Colegio Oficial de Abogados de Gijón y luego al Consejo de la Abogacía en Madrid. «Antonio es un magnífico representante de los valores clásicos de la abogacía. Aunque cambien los tiempos, los instrumentos tecnológicos y las formas externas, seguirá siendo un ejemplo para la profesión», destacó Herrero.

La pasión por la abogacía hizo que González Colunga se mantuviese activo tras su jubilación. Casado con la gijonesa Ana María García López de Haro y padre de cuatro hijos y cinco nietos, solo su hija Ana González García sigue manteniendo la tradición familiar por la abogacía.

Estudió en el Corazón de María y luego cursó el Bachiller en el colegio de la Inmaculada. Allí, en algún momento comentó, fue donde nació su vocación por el Derecho.

Esa vocación la compaginó en su juventud con una de sus pasiones, las motos, especialmente, la Vespa. Su padre le regaló una al terminar los estudios y se aficionó tanto que se inscribió en una competición de Vespas que daba la vuelta a España.

A Paz Fernández Felgueroso, compañera de profesión y quien fuera alcaldesa de Gijón, la noticia de su fallecimiento le cogió fuera de la ciudad y le causó una profunda impresión: «Le apreciaba mucho». De él quiso destacar que «fue un buenísimo abogado, una persona muy amable a la que apreciaba todo el mundo». De hecho, quienes le conocieron coincidían en que era una persona afable, que se hacía querer.

«Fue un gran profesional y un grandísimo compañero con una gran dedicación a la abogacía. Lo apreciaba mucho, al igual que a su mujer. De hecho, fuimos vecinos un tiempo en El Bibio. Una terrible pérdida humana y profesional», recordaba.

Hace tan solo unos días, el Colegio de la Abogacía de Gijón, que preside Benigno Villarejo, le concedió la Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía y destacaba en el acta la satisfacción por este reconocimiento.

Ya con un delicado estado de salud, recibió la noticia de la citada distinción con gran alegría, máxime viniendo de unos compañeros a los que siempre «trató con mucha cercanía». El letrado nunca había faltado a su cita con la fiesta del colegio.

La distinción le llegaba por su dedicación a una profesión que inició ya en el año 1962, tras licenciarse en Derecho en la Universidad de Oviedo. Fue, además, impulsor de la Escuela de Práctica Jurídica de Gijón y colaboró en la puesta en marcha de la de Oviedo. No fue el único reconocimiento que recibió a lo largo de su dilatada carrera.

Sus cincuenta años de dedicación a la profesión fueron destacados en más de una ocasión por sus compañeros. Por ello, en septiembre de 2011 fue merecedor de la máxima condecoración colegial: la insignia de oro que, «en reconocimiento a los sobresalientes servicios prestados a la abogacía gijonesa», le otorgaron sus compañeros de profesión.

Cuentan muchos que su lucha en pro de la abogacía estuvo siempre presente en su vida. Una de sus iniciativas fue impulsar el desarrollo tecnológico de la institución.

Otro de sus empeños fue mantener la demarcación territorial del Colegio, integrada por Gijón y Villaviciosa, en momentos en que estaba muy cuestionada.

En sus prioridades siempre estuvo defender los intereses de los abogados y los distintos colectivos que los aglutinan.

La cercanía y afabilidad de su carácter permanecerán en la memoria de muchos. También, su labor a favor de la abogacía a la que dedicó su vida, repetían ayer sus amigos y compañeros de profesión.

Esta tarde a las cinco y media se celebrará una misa funeral en la iglesia de San Pedro y, a continuación, será trasladado al tanatorio de Gijón, donde sus restos mortales serán incinerados.

(El Comercio)

https://www.elcomercio.es/gijon/fallece-gonzalez-colunga-valores-abogacia-20210529000844-ntvo.html

https://www.lne.es/gijon/2021/05/29/abogacia-gijonesa-llora-muerte-antonio-52382370.html

https://www.elcomercio.es/gijon/fallece-anos-exdecano-abogados-gijon-antonio-gonzalez-colunga-20210528183044-nt.html

 

(Foto:lne)

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