Quienes hemos estudiado y pasado nuestra niñez entre sus tutelares muros somos conscientes del carácter especial con que se nos ha modelado. Hayan sido muchos o pocos los años, se hayan terminado o no los estudios, todos somos Antiguos Alumnos. Y, desde la Asociación que nos representa, se trabaja por mantener los lazos de amistad, unión e identidad que nos han venido definiendo como personas.
Y es que, más allá de las convicciones individuales de cada uno de nosotros, los antiguos alumnos del Colegio nos sentimos identificados y unidos por unos valores, un sentido vital y un talante que emana directamente de la formación recibida al abrigo de la Compañía de Jesús. A veces espiritual, y siempre moral y académica, ésta se sustenta en el respeto, el discernimiento y la solidaridad.

Lo que nos hace diferentes

Esta es la imborrable marca que nos hace diferentes, ni mejores ni peores, sencillamente diferentes. Y esta diferencia, que tanto nos enorgullece, nos permite reconocernos con antiguos alumnos de todo el mundo como herederos de una misma tradición y formación. En ella, a través de la Asociación, somos invitados a ahondar, crecer y actuar.
En consecuencia, la actividad de la Asociación de Antiguos Alumnos se centra en tres ámbitos de actuación: