El Papa Francisco y la alegría del Evangelio

(Video en: http://new.livestream.com/accounts/3162099/events/2797057 a partir del minuto 22:30 que es donde empieza la grabación)

La Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas organizó el 26 de febrero una jornada de estudio sobre "El Papa Francisco y la alegría del Evangelio" en el que se abordó su figura y su importancia en la Iglesia y en la sociedad a través de sus gestos y de sus palabras, en especial de su exhortación apostólica "La alegría del Evangelio".

Moderó el acto el decano de la Facultad, el jesuita P. Gabino Uríbarri, SJ. En primer lugar intervino el Rector, P. Julio L. Martínez, SJ, quien comenzó recordando y agradeciendo a Benedicto XVI el acto de su renuncia que calificó como de un acto de "libertad" y de "calado histórico, de los que sobrecogen y desarman". Reconoció que para él había sido "muy buen Papa", que afrontó "con decisión asuntos tapados" y destacó la confianza renovada que puso en la Compañía de Jesús. Habló también del Papa Francisco, en especial de su estilo de "sencillez y una naturalidad maravillosa" y reconoció que "ser Papa le ha potenciado su carácter de pastor afectuoso y libre.

"Estamos muy necesitados de personas auténticas y el Papa lo es", dijo el rector. Reconoció que su sentido pastoral y carisma no abundaban propiamente entre los jesuitas pero que la mirada "si está eminentemente formada en la escuela de los Ejercicios", siendo la mirada de la contemplación del Jesús pobre de la Segunda Semana. Concluyó asintiendo que: "La nueva evangelización ha de empezar por la renovación interna de la Iglesia: primero por las actitudes y después por las estructuras", para lo que "necesitamos discernimiento" y tiempo.

Intervino a continuación el P. Daniel Izuzquiza Regalado, SJ, profesor de Comillas y Director del Centro de Reflexión Alberto Hurtado, con la ponencia "Gestos creíbles. Un año de Francisco como Obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal" que basó en imágenes del papa. Para Izuzquiza "la reforma de la curia, el que venga del Sur y el que sea religioso marcan el sentido de la elección" de este Papa "y el sentido de su pontificado". Habló de sus multitudes gestos, de su gestión y de su "gesta", en correlación con sus ser líder espiritual, ser obispo de Roma y jefe de Estado. Respecto a sus gestos comentó que entre la gente existe la sensación de que "llevamos un año conviviendo con este señor", "hombre sencillo, concreto, tangible", que trata de "vivir el poder como servicio". De su gestión destacó la constitución del grupo de cardenales que forman el llamado "G-8", el que echara al cardenal de Bostón Bernard Low (acusado de encubrir a 250 curas pederastas) y el reciente Secretariado de Economía que acaba de crear.  Y de sus "gestas" destacó que se haya convertido en un líder espiritual que "en su vida, ha hecho posible la impresión del espíritu y de los pobres en la Iglesia y en la sociedad". Le calificó de "viento sin ruido" y defendió que sus dos rasgos de la espiritualidad ignaciana eran la libertad y el discernimiento, que muestran su "ser profundamente espiritual".

Por su parte el profesor de Comillas, Pedro Fernández Castelao, en su ponencia "Palabras «increíbles». ¿Cambio de estilo o reforma de la Iglesia?" acercó a los asistentes la exhortación apostólica "La alegría del Evangelio". De ella destacó su tono "directo, claro", un texto "con gracia" de los que perduran en el tiempo. La idea rectora de este texto, según el profesor es que el Evangelio hace que la Iglesia tenga que salir de sí misma, que "la iglesia se encuentre en permanente estado de Misión". Para él, el cambio de estilo de este Papa "es un signo elocuente del programa de reforma" que trae. Fue desmenuzando algunos de los epígrafes de la exhortación para iluminar la pregunta de cómo debe una Facultad de Teología seguir las indicaciones de este Papa. Y así citando el documento reconoció que debe abandonarse el cómodo criterio de "siempre se ha hecho así" y debe caracterizarse por la "audacia, creatividad, valentía sin prohibiciones". Reconoció que el modo de "comunicar el mensaje, debe ser "desde el corazón del Evangelio", y que la Iglesia necesita crecer en su interpretación de la palabra revelada",  para lo que ayuda la pluralidad de la teología- Concluyó con un "no hay que temer una Teología en estado de reforma" y no hay que contentarse con una teología de escritorio.