Noticias / Ángel de la Fuente (p.1980) es el coordinador del informe sobre las balanzas fiscales
Esta Noticia fue editada el: 31-07-2014

Ángel de la Fuente (p.1980) es el coordinador del informe sobre las balanzas fiscales max-width=

(LA NUEVA ESPAÑA)

"La financiación debe dar café para todos, y con bollo, pero sólo si hay para todos"

"Asturias tiene un saldo fiscal peculiar; pesan más los gastos que los ingresos, pero no porque paguemos menos impuestos, sino porque entra más dinero, sobre todo en las partidas de prestaciones sociales"

 Marcos PALICIO

En el papel de traductor de balanzas fiscales, Ángel de la Fuente Moreno (Gijón, 1962) no entiende que la alarma de la discriminación territorial se haya encendido a raíz de la publicación, el miércoles, de los saldos del intercambio fiscal entre las comunidades autónomas y el Estado. El economista gijonés, investigador del Instituto de Análisis Económico, director ejecutivo de la Fundación de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), lleva unos días empeñado en enseñar a interpretar el informe sobre las "cuentas territorializadas", que él ha coordinado, invitando a destriparlo cautelosamente con arreglo al siguiente esquema: el recuento de ingresos y gastos desmenuza partidas de índole muy diversa y no necesariamente vinculadas al lugar de residencia de los ciudadanos, de suerte que no son una herramienta válida para determinar si las regiones están financieramente bien o mal tratadas por el Estado. Hay otros indicadores más precisos, otros indicios de desigualdad de trato, sobre todo el sistema de reparto de los recursos de la financiación autonómica. De la Fuente, que vive y trabaja en Cataluña, que da clases en la Universidad Autónoma de Barcelona, no duda en llamar "agitación y propaganda" al uso interesado que de las balanzas ha hecho la Generalitat catalana y tampoco tiene problemas en ser miembro del Consejo Asesor del Gobierno socialista del Principado y a la vez calcular saldos fiscales por encargo del Ejecutivo popular de Mariano Rajoy.

-¿Qué dicen de nosotros nuestras balanzas fiscales?

-Que somos un país normal, con sus problemas, que gracias a Dios son manejables. En los sitios más ricos se pagan más impuestos. Normal. El reparto del grueso del gasto no plantea problemas de equidad territorial, aunque sí hay algunas cosas que habría que mirar más despacio. La alarma que algunos de estos números causan no se entiende muy bien, excepto como fruto de una manipulación interesada. Mi déficit fiscal con la Generalitat catalana es, proporcionalmente, bastante mayor que el de Cataluña con la Administración Central española, pero si yo me fuese con una pancarta a la Plaça de Sant Jaume a pedir que me devuelvan lo que me han robado, la gente pensaría que no estoy bien de la cabeza, y con razón. No veo por qué si sumamos a nivel regional las cosas se han de ver de manera diferente.

-Ha diagnosticado problemas leves de desigualdad territorial. ¿Como cuáles?

-El reparto de la financiación regional es el ejemplo más importante. Es ésta una partida en la que la existencia de desigualdades en gasto por habitante (o mejor, por habitante ajustado) es preocupante porque se traduce en diferencias en la calidad de servicios fundamentales como la sanidad o la educación. Esto no sucede en otros casos. Si en una región el gasto per cápita en pensiones es más alto que en otra (como sucede en el caso de Asturias), será porque tiene una población más envejecida. Esto no plantea problemas de equidad siempre que las prestaciones se calculen con las mismas reglas en todo el país, como es el caso.

-Lo realmente urgente es entonces la reforma del reparto de la tarta autonómica.

- Yo diría que sí.

-Ninguna región está conforme con el esquema actual. ¿Cuál es su receta en la redistribución territorial del gasto público?

-Café para todos, con bollo a poder ser, pero sólo si hay para todos. Cuanto más igualitario sea el sistema, mejor, porque aquí estamos hablando de financiar servicios fundamentales y, en principio, todos tenemos los mismos derechos.

-¿Es un error conectar las balanzas fiscales con la reforma de la financiación autonómica, como sostiene entre otras autonomías el Principado?

-Sí. Pagar más impuestos no le da a uno más derechos. Ni menos, por supuesto. Pero si estamos hablando de la reforma del sistema de financiación regional, el saldo fiscal de Asturias, per se, es irrelevante y confío en que no tenga ninguna incidencia sobre la reforma.

-¿Qué aporta a las desigualdades el régimen foral del País Vasco y Navarra?

-El régimen en sí no es el problema, sino cómo se ha aplicado en la práctica. La ley del Concierto y la del Convenio establecen criterios muy razonables para calcular las aportaciones de los territorios forales a la caja común. El problema es que luego esos criterios no se aplican y el resultado del sistema es un claro privilegio para ciertos territorios.

-¿Habría que reformarlo?

-Sí, pero habría que ir mejorando el procedimiento de cálculo.

-La Generalitat catalana ha utilizado sus propias balanzas fiscales, que coinciden poco con las recién publicadas, como arma a favor de su tesis sobre el expolio del Estado. ¿Por qué se equivoca?

-Es cierto. El nacionalismo catalán ha utilizado las balanzas fiscales como instrumentos de agitación y propaganda, para crear un sentimiento de agravio que a ellos les interesa políticamente. Para ello, no han tenido ningún reparo en hacer cosas un tanto raras con los números y, sobre todo, en hacer demagogia con los resultados. Identificar el saldo fiscal de una región rica con lo que pagamos de más los que vivimos en ella es un disparate. Es lo mismo que exigir que los impuestos sean para quien los paga? causa progresista donde las haya.

-A Asturias le sale el saldo positivo. ¿Por qué?

-El caso asturiano es un tanto peculiar, porque en su saldo pesan mucho más los gastos que los ingresos. No es que paguemos menos impuestos que la media sino que entra más dinero de la media, en buena parte a través del gasto social y sobre todo de las pensiones. Nada que objetar a esto, excepto en la parte que pueda provenir de unas prejubilaciones seguramente más generosas de lo normal. Otra parte del superávit viene de las ayudas regionales, y entre ellas de las ayudas mineras, pero esto se ha reducido mucho en los últimos años. Finalmente, contamos con una financiación regional bastante más generosa que la media.

-Dada esa situación de partida, ¿saldrá la región necesariamente perjudicada de cualquier reforma que se escoja?

-Puesto que estamos bastante mejor financiados que la media, lo normal es que nuestra financiación crezca un poco por debajo de la media durante unos años para que la de otras regiones peor tratadas pueda crecer un poco por encima, de forma que las diferencias entre unas y otras se vayan reduciendo gradualmente.

-Si como ustedes proponen excluimos de las balanzas fiscales las partidas que no responden a un criterio territorial, ¿cómo queda el Principado?

-En esos términos, seguimos estando mejor tratados que la media, aunque menos de lo que podría parecer a primera vista si no excluimos el gasto en pensiones. Lo más importante es la buena financiación relativa, pero también se nota un volumen todavía relativamente elevado de ayudas regionales.

(LA NUEVA ESPAÑA)

Ángel de la Fuente defiende las nuevas balanzas fiscales de las críticas catalanistas

El director de Fedea niega que "hubiera ánimo de ocultación" de datos

J. A. A.

El economista asturiano Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), defendió ayer el estudio que ha dirigido sobre el sistema de cuentas públicas territorializadas, de las críticas procedentes de expertos y estudiosos catalanistas, que han puesto en tela de juicio la objetividad de las nuevas balanzas fiscales encargadas por el Ministerio de Hacienda.

En los últimos días se ha cuestionado desde Cataluña la pluralidad del informe dirigido por De la Fuente -un experto afincado en Barcelona- se ha criticado que el estudio se limite a datos de 2011 y también que se haya optado por realizar el análisis sólo desde el método de la carga-beneficio, que imputa los ingresos y gastos al territorio donde residen los contribuyentes y los beneficiarios de los servicios y no por el del flujo monetario, vinculado en exclusiva al territorio y el preferido por la Generalitat catalana.

Ángel de la Fuente argumentó ayer a LA NUEVA ESPAÑA que el Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas, aporta resultados de dos años, 2005 y 2011. "El primero es un año de boom y se eligió porque ya se había trabajado bastante en otros estudios y nos permitiría centrarnos en desarrollar la metodología y el segundo porque es al año más reciente para el que se cuenta con la información necesaria", explicó. El economista asturiano añadió que "la serie" que analice los datos de varios años, "se irá haciendo con el tiempo" y precisó que "en hacer estos cálculos hemos tardado más de un año y medio. Hacer una serie razonablemente larga nos habría llevado probablemente dos años más y entonces se nos habría criticado por la tardanza".

El método de análisis del flujo monetario fue descartado para la elaboración del nuevo sistema de cuentas públicas territorializadas porque, en opinión de Ángel de la Fuente, "no nos parece un procedimiento serio sino una forma de burda de hinchar el déficit catalán. Si la Generalitat quiere hacerlo, adelante, pero nosotros no tenemos por qué hacerle el trabajo sucio". Además, el economista rechazó que hubiera "ánimo de ocultación" como insinuaron alguna de las críticas procedentes de Cataluña.

El director de Fedea hizo hincapié en que comparando los datos de las liquidaciones de las autonomías del régimen común de financiación (todas salvo País Vasco y Navarra) "ni Madrid ni Cataluña tiene grandes motivos de queja en términos de su financiación". No obstante, Ángel de la Fuente reconoce que el cálculo sobre la infrafinanciación de cada región, en el que sí incluyeron a las comunidades forales, arroja como conclusión que "si la financiación regional se repartiese por población ajustada entre todos, incluidas País Vasco y Navarra, a Madrid habría que darle 365 millones, a Cataluña 994 millones y, puestos a decirlo a todo, a Valencia 1.893 millones y a Andalucía 1.687 millones más".

Foto Angel