(EL COMERCIO)

El Ateneo Jovellanos recuerda a su fundador

 El exministro Fernando Suárez, Fernando Álvarez Balbuena y Janel Cuesta glosarán su figura, mientras que su sobrino nieto Juan Fernández-Miranda presenta su libro biográfico
 La institución celebra el centenario de Torcuato Fernández- Miranda con un ciclo de conferencias dedicado a su figura

 MIGUEL ROJO | GIJÓN.
El próximo 10 de noviembre, Torcuato Fernández Miranda y Hevia (Gijón, 1915-Londres, 1980) hubiese cumplido cien años. Uno de los políticos asturianos más destacados del siglo XX, estratega básico del desarrollo de la Transición y presidente interino del Gobierno tras el asesinato en 1973 del almirante Carrero Blanco, entre sus méritos se encuentra también el de haber impulsado en 1953 junto a varios ilustres gijoneses de corte liberal la fundación del actual Ateneo Jovellanos de Gijón, que había cesado su actividad a causa de la guerra civil. Esta institución, que busca siempre la excelencia y cuyo principal objetivo es la difusión de la cultura en su más amplio sentido de la palabra, rendirá su particular homenaje al que fuera su impulsor con un ciclo de conferencias y la presentación de un libro.

"Dada su incuestionable vinculación durante toda su vida con su ciudad natal y muy especialmente con este Ateneo, consideramos de justicia dedicarle un homenaje en el recuerdo, a través de un ciclo de conferencias que propicien un mayor conocimiento de su persona y su obra político-social, conmemorando con ello tan importante efeméride. Para llevar a buen fin esta iniciativa contamos con la presencia de prestigiosas personalidades, tanto familiares como coetáneos, biógrafos y colaboradores suyos", explican desde el Ateneo.
Entre ellos destaca la presencia de su hijo Enrique, que intervendrá el 15 de septiembre en la presentación del libro "El guionista de la Transición", escrito por Juan Fernández Miranda -sobrino de don Torcuato- y del que EL COMERCIO ofreció a sus lectores el pasado mes de mayo un adelanto en forma de extracto del capítulo dedicado a su llegada a Asturias, acompañado por fotografías del álbum familiar. En ese mismo acto intervendrá también Fernando Álvarez Balbuena, alumno de don Torcuato, que ofrecerá a su vez una conferencia sobre el perfil docente del protagonista el 23 de septiembre.

Detalles de la Transición

Otro de los grandes nombres del ciclo será el de Fernando Suárez González (León, 1933). El que fuera ministro de Trabajo en el último gobierno de Franco y miembro de la ponencia que defendió el Proyecto de Ley para la Reforma Política, hablará de Torcuato Fernández-Miranda como hombre de Estado, así como de los detalles que compartieron en aquel importante momento para la historia reciente de España.
Torcuato Fernández Miranda llegó a ser rector de la Universidad de Oviedo, tuteló la educación política del entonces Príncipe don Juan Carlos, fue presidente de las Cortes Generales, vicepresidente del Gobierno y presidente en funciones. El Ateneo Jovellanos quiere reconocerle todos sus méritos y rendir homenaje a su fundador.

(LA NUEVA ESPAÑA)

Torcuato, el otro Jovellanos

El Ateneo abre la semana de homenaje a Fernández-Miranda, un gijonés ilustre "de corazón embridado"

Cuca ALONSO El Ateneo Jovellanos inauguró ayer la nueva temporada 2015-1016, con la presentación del homenaje que la entidad dedicará a Torcuato Fernández Miranda al celebrase el centenario de su nacimiento. La sesión estuvo presidida por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Montserrat López Moro, acompañada de Álvaro Muñiz, presidente ateneísta, y Luis Rubio Barbón, vicepresidente.

Al ver la sala desbordada de público, Álvaro Muñiz, siempre de buen humor, hizo referencia a la tomadura de pelo que supone el anuncio de una ciclogénesis que nos mete el miedo en el cuerpo, para quedarse en una tarde apacible con cuatro gotas de lluvia. Respecto al personaje celebrado dijo que Torcuato Fernández Miranda había sido clave en la historia gijonesa del siglo XX, por tanto es de justicia reconocer y agradecer sus méritos, entre los que se cuenta la fundación del Ateneo Jovellanos. Para ello se ha programado un ciclo de tres conferencias sobre la figura de Torcuato, como profesor universitario, como hombre de Estado y como gijonés excepcional. Actos que serán precedidos de la presentación de un libro, cuyo prólogo corresponde al rey Juan Carlos, y el texto al periodista Juan Fernández Miranda.

Luis Rubio Barbón calificó al personaje como pieza clave de la Transición, y el político más brillante del siglo XX. En su día la entidad le hizo entrega de la Medalla de Oro del Ateneo. Aunque su residencia, por cuestiones políticas estaba en Madrid, siempre tuvo presente a Gijón en su pensamiento. Prueba de ello es que dio impulso a todas las grandes obras producidas en la ciudad, como el desarrollo del Real Grupo Covadonga, el Club Santa Olaya, el estadio del Molinón, el Campus Universitario, o el Parador del Molino Viejo. Hombre serio y austero, pero no frío de corazón, como él mismo manifestó en el discurso de 1973, al inaugurarse la avenida gijonesa que lleva su nombre añadiendo, "soy asturiano y los asturianos tenemos el corazón embridado". Era grande, playo y tierno; abierto y sentimental.

La fundación del Ateneo Jovellanos formó parte del discurso de Luis Rubio Barbón. Torcuato Fernández Miranda elaboró los estatutos y tras fijar el domicilio de la entidad en los antiguos talleres de la Escuela de Peritos, en febrero de 1953 el Ateneo abrió sus puertas con una conferencia del entonces rector magnífico de la Universidad de Oviedo, Torcuato Fernández Miranda. La entidad tenía 20 socios, entre los que se hallaban Julio Paquet, Luis Adaro o Eladio de la Concha. En estos 62 años han pasado por su tribuna dos premios Nobel, varios ministros, e infinidad de nombres ilustres de la Cultura.

Montserrat López Moro cerró la sesión haciendo apología de los méritos del gijonés, al que Aurelio Menéndez comparó con Jovellanos, entre otras cosas por la impronta que ambos han dejado en la ciudad.

(EL COMERCIO)

El mejor tributo a Fernández-Miranda es "seguir el destino que nos marcó" 

El Ateneo Jovellanos abre el curso con la presentación del ciclo que celebra el centenario del nacimiento del político y catedrático

PACHÉ MERAYO | GIJÓN."La historia no ha sido justa con él", decía el presidente del Ateneo Jovellanos, Álvaro Muñiz. "Es la pieza olvidada de la Transición", sentenciaba su vicepresidente, Luis Rubio Bardón. Ambos hablaban de Torcuato Fernández-Miranda, político esencial del cambio, al que, pese a los hechos y la importante herencia intelectual que dejó, "aun hay que poner en valor". De hacerlo se quiere encargar ahora la institución gijonesa, que le rinde homenaje, precisamente porque fue él quien la impulsó en 1953 y por cumplirse el próximo noviembre el primer centenario de su nacimiento, en el Gijón de 1915. La primera parada de esta misión, que se consolida en un ciclo de conferencias, en el que participarán reputadas personalidades, tuvo lugar ayer, coincidiendo con la apertura de curso del Ateneo. Y el encargado de subrayar la notable figura de quien llegó a ser vicepresidente del país con Carrero Blanco fue el mentado vicepresidente de la institución, que dedicó su intervención a refrescar la asturianía de don Torcuato, así como definir su personalidad, "de apariencia seria y fría, pero con un gran sentido del humor". Una personalidad "única que no está en el lugar que le corresponde", insistió Rubio Bardón, encarando al poco la cronología de la creación del Ateneo Jovellanos y los objetivos culturales que con él quería proponer a la ciudad. A ellos también hizo mención el presidente, asegurando que no habría mejor tributo a su recuerdo que "perseguir el destino que él nos trazó".

Quería el político, que también fue catedrático de Derecho, "defensor del imperio de la Ley", como se le conoció durante un tiempo, y rector en la primera mitad del siglo XX de la Universidad de Oviedo, "crear una asociación vital, que canalizara los intereses de las personas preocupadas por la cultura". Así lo recordó Álvaro Muñiz, ante la atenta mirada de los socios y especialmente de la concejala de Cultura, Ana Monserrat López, quien al término de las intervenciones de los dos máximos representantes del Ateneo reflexionó sobre Fernández-Miranda, advirtiendo que, "probablemente sin él la Transición no hubiera existido" y emparentando su herencia a la de Jovellanos. "Ambos tenían en la educación el pilar base del pensamiento", dijo. Y de ambos, añadió, "se pueden extrapolar a la actualidad multitud de enseñanzas".

Recordó también la concejala la etapa en la que el político y catedrático formó a Juan Carlos I, cuando aún era el Príncipe de Asturias y dibujó una imagen del aula abarrotada bajo su tarima en la Universidad de Oviedo. "Cuentan que no solo acudían a sus clases sus alumnos, sino estudiantes ajenos que querían escucharle". Para Ana Monserrat López fue además Torcuato Fernández-Miranda "una pieza clave en el actual marco de libertades". Y con esa sentencia cerró sus pocos minutos de intervención. Aplaudida, como la de sus predecesores, por los socios del Ateneo que acudieron a testificar el primer acto de homenaje al insigne gijonés. Entre ellos el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, y el coronel Vicente Bravo Corchete, delegado del Ministerio de Defensa en Asturias, a cuyo apoyo al Ateneo se refirió en más de una ocasión su presidente. Entre el público, situado en primera fila, el ex presidente José Luis Martínez, y entre otros, el economista y presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Jovellanos, José Miguel Fernández Suárez.

(EL ATENEO JOVELLANOS)

El JUEVES 17 de septiembre dentro del CICLO HOMENAJE A D.TORCUATO FDEZ.-MIRANDA tendremos la presentación del libro EL GUIONISTA DE LA TRANSICIÓN. Torcuato Fernández-Miranda, el profesor del Rey

A cargo de su autor el periodista D. JUAN FERNÁNDEZ-MIRANDA. Intervienen D. ENRIQUE FERNÁNDEZ-MIRANDA LOZANA y D. FERNANDO ÁLVAREZ BALBUENA, respectivamente hijo y alumno de D. Torcuato. A las 19.30h en LA COLEGIATA DE SAN JUAN BAUTISTA.

Juan Fernández-Miranda (Madrid 1979) es periodista y redactor jefe en la sección de Nacional de ABC. Además, colabora en distintas tertulias de radio y televisión, siempre en el ámbito de la actualidad política y de los tribunales. Y es sobrino nieto de Torcuato Fernández-Miranda.
En sus quince años como profesional ha trabajado en televisión, radio, agencias de noticias y prensa digital. Antes de dedicarse al periodismo escrito, presentó programas de actualidad y de entrevistas y moderó tertulias y debates en Veo Televisión (El Mundo TV-Unidad Editorial), donde fue subdirector de Programas Informativos. Después dio el salto a la radio, y ejerció como subdirector y segunda voz de Cada Mañana sale el Sol, el programa de la mañana de Punto Radio (Vocento).
En sus inicios se forjó como reportero en la agencia Servimedia, donde en cinco años cubrió todo tipo de noticias en el ámbito de la información nacional. En la actualidad prepara su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y es profesor en másteres de periodismo.

En el centenario de su nacimiento, Plaza & Janés publica la primera biografía de Torcuato Fernández-Miranda, protagonista imprescindible de la Transición. Una de las definiciones más acertadas que se han hecho de la Transición es aquella atribuida a Rodolfo Martín Villa en la que es descrita como un montaje teatral en el que "el Rey fue el empresario, Torcuato Fernández-Miranda el guionista, y Adolfo Suárez el actor que interpretaba el guion escrito por Torcuato". Si bien son muchos los libros dedicados a las figuras del empresario y el actor, resulta sorprendente saber que no existe una sola biografía dedicada al guionista, por lo que este libro viene a llenar un injusto silencio acerca de la figura esencial de este reparto: Torcuato Fernández-Miranda. Suya fue la responsabilidad de educar al joven príncipe desde 1960 y de diseñar un plan que le condujera a la corona, sorteando los obstáculos que en su camino sembraban tanto su padre, Juan de Borbón, como los fieles franquistas; suya fue la Presidencia del gobierno en los decisivos días que siguieron al asesinato de Carrero Blanco y que pudieron dar al traste con la hoja de ruta prevista para la llegada de la democracia; suya fue la astuta maniobra que logró la terna de candidatos que llevó a Suárez a la presidencia del gobierno, y que, en sus propias palabras, incluía "lo que el Rey me ha pedido"; y por último, suya fue también la redacción de la ley fundamental que entregó a Suárez diciéndole "aquí tienes esto, que no tiene padre", y que se convirtió en la pieza definitiva para provocar el desmantelamiento del Régimen franquista sin provocar un nuevo enfrentamiento civil. Como atractivo adicional, este libro está prologado por S. M. el Rey Don Juan Carlos I. Es la primera vez que el rey emérito escribe un prólogo para un libro, lo que supone un claro gesto de gratitud hacia quien fuera su preceptor desde 1960.