Noticias / Entrevista a Ángela Pumariega (p.2002) en la prensa
Esta Noticia fue editada el: 21-12-2015

Entrevista a Ángela Pumariega (p.2002) en la prensa max-width=

(La Nueva España)

"Siempre quiero ganar, incluso en casa y entre amigos; en el deporte tienes que sentir eso"

"Me gusta mucho lo que hago, pero a veces pienso que vivo en un mundo paralelo y que estoy perdiendo muchas cosas"

javier cuervo -Tengo muchas ganas, patrocinador y barco nuevos y venimos de ganar la Imperia Winter Regatta en Italia.

La regatista Ángela Pumariega (Gijón, 1984), medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres (2012), viene de meses malos.

-Empecé el año con una lesión en el codo. El Consejo Superior de Deportes me retiró la beca con la excusa de que hay poco dinero y de que no estamos compitiendo en match race, la categoría en la que ganamos la medalla.

-Que ahora no es olímpica.

-Me darán la beca si voy a los Juegos Olímpicos. Pero si voy a Río, ¿para qué la quiero? Por suerte, me salió el patrocinio de Comunicalia.

Lleva veinte años en la vela, ocho como profesional y los últimos tres en campaña para Río. Ahora sólo navega. El año pasado trabajaba en la logística de la empresa de reciclaje de su padre. Es economista y quedó a la mitad de EADE por el deporte. Bolonia es muy presencial. El año pasado hizo un máster de catching y liderazgo deportivo de la Universidad de Barcelona.

-¿Le afectó la mala racha?

-No podía dormir bien. En la cama le daba vueltas a cómo conseguir dinero, qué entrenador iba a tener, en qué regatas participaría. Dormir menos empeora el humor y debilita tu psicología.

-Coincidió con cambios.

-Cambié la modalidad en la que competía, de compañera, de entrenador y de puesto, he pasado de tripulante a patrona. Es como empezar de cero.

-Tiene barco nuevo.

-Fuimos a buscarlo a Alemania, 1.900 kilómetros de ida en coche y al volver, dos días después de los atentados de París, se complicó el paso por las fronteras. Luego descansamos una semana y empezamos de nuevo.

-Posibilidades de ir a Río.

-Hay un porcentaje pequeñito, pero voy a luchar. Los resultados mejoran. Soy muy competitiva y me siento en la madurez deportiva. Ir a los Juegos Olímpicos siempre es difícil: de cinco equipos españoles sólo irá uno.

-¿Influye la edad?

-Alguien de 23 años tiene más energía, pero mis 31 me dan más experiencia en este deporte respecto a la meteorología y los vientos, y físicamente estoy muy bien.

-¿Es la última oportunidad?

-Podría ir a Tokio, pero ahora sólo pienso en Río, que se va a decidir entre el Mundial (febrero) y el Europeo (abril).

-¿Y si no va a Río?

-Sopesaré el sacrificio. Tokio me sitúa en 35 años. Me gusta mucho lo que hago, pero a veces me parece que vivo en un mundo paralelo y que estoy perdiendo muchas cosas. No estoy con mi familia, todos los días son lunes, y aunque tengo trabajo en la empresa familiar, no sé qué me espera en el mercado laboral. La balanza es muy positiva, pero cada vez se iguala más.

Ahora vive en Barcelona; en enero, en Santander y en febrero, en Argentina. En Asturias no hay buenas condiciones para entrenar, sobre todo en invierno. Navega seis días a la semana. Su día normal son dos horas de gimnasio (tres días de pesas para ganar músculo, dos de aeróbicos para quemar grasa y yoga o abdominales para prevenir lesiones en un deporte de posturas forzadas). Después están cuatro horas en el agua. Al volver emplean media hora más en mantener y recoger el barco y 45 minutos de bici, carrera o fisioterapeuta, para estirar bien. Durante una hora estudian el vídeo del día y, después, organizan alojamientos, viajes...

-¿Tiene pareja?

-Alejandro Muscat, también del equipo olímpico. Nos vemos más en el mar que en tierra. Llevamos juntos dos años y medio. Se hace difícil la distancia, pero ambos entendemos lo que absorben la vela y la campaña olímpica. En la vela es difícil llevar una relación, quedar con los amigos, ver a la familia.

-¿Cómo es su tripulante?

-Patricia Cantero es muy enérgica, tiene mucha ilusión y le falta experiencia. Somos un equipo muy nuevo y tenemos más fallos que las demás. Le transmito lo que sé de tripulante y que si las demás trabajan cinco horas, ella tiene que hacer siete. Vivimos juntas las 24 horas porque las dos estamos fuera de casa. Y trabajamos en un metro cuadrado. Desde tierra es bonito ver el barco navegando, pero dentro gritamos y es una guerra total. Por eso nos viene bien el yoga. Estamos consiguiendo que sea llevadero.

-¿Cómo es Natalia Via-Dufresne, doble medallista olímpica, su entrenadora?

-Que sea chica nos ayuda porque somos más complicadas psicológicamente para deshacer los enfados. Tiene cuatro campañas olímpicas y mucha experiencia.

Su abuelo, Rafael Morís, fue piragüista; su madre, Nevada Morís, nadadora y su padre, Ángel Pumariega, windsurfista. Ángela dejó la gimnasia de niña porque era alérgica. El aire del mar iba mejor para su asma. A los 10 años la apuntaron, junto a su hermano Rafael, a un cursillo en el Club de Regatas de Gijón. Lo pasaron bien, pero no navegaron. Quiso seguir en invierno. La cogieron de tripulante y llegó a subcampeona de Asturias. En el Campeonato de España volcaron y Ángela no quiso saber más de un deporte duro en el que pasaban el día riñéndola. Al verano siguiente la volvieron a apuntar al cursillo de vela. Y no lo dejó más.

-¿Qué vieron en usted?

-Hay que ser rápido, intuitivo y rutinario cuidando el material. Siempre me ha encantado tener todo ordenado. El psicólogo deportivo me dice que intente ser desordenada porque en vela hay muchos factores que no dependen de ti y lo inesperado puede desestabilizarte. Soy perfeccionista y me han dicho que tengo que intentar no serlo. Me cuesta. Para llegar a la élite no puedes dejar nada al azar.

-¿Qué empuja a la élite?

-Siempre quiero ganar, incluso en casa y entre amigos. En el deporte tienes que sentir eso.

Foto Angel