Noticias / Diego Torrecilla (p. 2013) nos relata la experiencia vivida en la JMJ
Esta Noticia fue editada el: 03-11-2016

Diego Torrecilla (p. 2013) nos relata la experiencia vivida en la JMJ max-width=

Varios meses después de mi llegada a Gijón tras la experiencia vivida en el MAGIS y la JMJ celebrada en Polonia, me dispongo a relatar todos los sentimientos que me han surgido al reposar esta maravillosa experiencia como peregrino.

Toda bonita historia tiene un comienzo, éste fue el primer encuentro entre los españoles participantes en el MAGIS 2016, en el colegio de Nuestra Señora del Recuerdo en Madrid. Se trató de un momento para volver a ver caras conocidas, viejos amigos, jesuitas que habían formado parte de anteriores experiencias…y sobre todo nueva gente con ilusión, ganas y mucha inquietud.

Al día siguiente parecía que empezaba a coger forma, primer vuelo hacia Frankfurt y bus hasta Lódz. Sería el primer encuentro entre casi 2.000 jóvenes pertenecientes de diferentes grupos jesuíticos. Diferentes banderas y culturas, pero detrás de cada una de ellas, había algo que nos unía, las ganas de dejarnos sorprender. Aquí fue donde uno empieza a descubrir que si estás dispuesto a dar y recibir desde el primer momento, ésta sería una experiencia que jamás olvidarías.

Días después nos iríamos a nuestras respectivas experiencias, en mi caso, compartí con gente de Madrid, Sevilla, Francia, Sri Lanka, Indonesia, Haití y Polonia. Recuerdo con gran entusiasmo los “círculos magis” en los que compartíamos nuestras sensaciones del día. Además, uno de los grandes regalos de esta experiencia, fue la posibilidad de compartir al final del día con compañeras Uruguayas y con Ana, una de esas personas que sólo el MAGIS te puede dar.

Tras estas experiencias, nos reencontrábamos de nuevo el grupo de universitarios de Gijón, momentos de volver a vernos y comentarnos las sensaciones que habíamos tenido durante estos días. Todo esto, en Czestochowa, donde 2 días después estaría el Papa Francisco.

Y para culminar, la JMJ, nuestra última parada, pero una gran oportunidad para empaparse de un ambiente único. Unos días en los que muchos veríamos por primera vez al Santo Padre y que nos sirvió para conocer a la “juventud del Papa”. Además de poder ver a Dios hecho hombre, Jesús, en todos los que poblábamos el campo de la Misericordia en la vigilia del día 30 de julio.

Después de tantas sensaciones vividas durante esos 21 días, tocaba volver a lo cotidiano, pero con la sensación de que algo nuevo comenzaba a formarse dentro de nosotros.

Foto Angel