Noticias / Chema Cabezudo (p.2002) concluye y presenta el proyecto de su padre, Chema Cabezudo (p.1971)
"Simplicidad y humildad en los materiales, pureza de formas, escala humana, recogimiento y explosi贸n de luz en el interior", claves del proyecto
Esta Noticia fue editada el: 04-07-2017

Chema Cabezudo (p.2002) concluye y presenta el proyecto de su padre, Chema Cabezudo (p.1971)  max-width=

(La Nueva España)

Una iglesia blanca y pura para Santa Olaya

El proyecto del nuevo templo parroquial, de José María Cabezudo, prevé un sencillo edificio en madera y ladrillo que juega con la luz en el interior

Luján Palacios - Cuando aún era un estudiante colaboró con su padre en la elaboración de una maqueta en madera para el proyecto de la nueva iglesia de Santa Olaya en El Natahoyo. Ayer, cosas del destino, el joven arquitecto Chema Cabezudo presentó el proyecto ya terminado, iniciado por su recordado padre y rematado por él, en una suerte de cierre del círculo vital. El nuevo templo parroquial de El Natahoyo ya está listo para iniciarse su construcción. De hecho, hoy a la una acude el arzobispo de Oviedo a bendecir la primera piedra, y se espera que unos nueve meses los fieles pueda sustituir su reducido bajo durante los últimos 23 años por una iglesia de nueva factura, blanca y sencilla, con un coste de unos 700.000 euros, ubicada en una zona de parque en las proximidades del club de natación.

Tal y como explica Cabezudo, se ha basado en unas claves de "simplicidad y humildad en los materiales, pureza de formas, escala humana, recogimiento y explosión de luz en el interior" para dar forma al templo. Ladrillo visto y madera, todo en blanco, ocuparán una parcela de 625 metros cuadrados con una división entre templo principal con capacidad para unas 250 personas sentadas, una capilla de diario más pequeña, coro, tres despachos parroquiales, sala de juntas, aseos y cuatro salas multiusos, todo ello interrelacionado por un campanario.

Tenía "obsesión por obtener el máximo de luz", explicaba ayer el arquitecto en la presentación del proyecto. Porque la oscuridad ha sido hasta ahora el santo y seña de la actual parroquia, en un bajo poco iluminado. Así, Cabezudo ha proyectado ventanales verticales rasgados en la fachada oeste, así como una gran cruz en la pared del fondo del edificio con la que recrear un efecto de "negativo". Esto es, "más en penumbra durante el día y como fuente de luz en las horas de oscuridad", de tal manera que incluso se podría iluminar para acentuar el efecto. La cubierta será de madera blanca, para una mayor sensación de luz, y todo el templo se iluminará con luces del tipo LED.

Aún faltan por rematar cuestiones de decoración y mobiliario, pero la iglesia de Santa Olaya ya empieza a tomar forma. Soñada y definida por los Cabezudo.

Foto Angel