Noticias / Kike Figaredo (p.1976) recibió el Doctorado honoris causa por la Saint Louis University
Varios compañeros de promoción entre los asistentes
Esta Noticia fue editada el: 08-03-2018

Kike Figaredo (p.1976) recibió el Doctorado honoris causa por la Saint Louis University max-width=

(La Nueva España)

Kike Figaredo se doctora con una jirafa

El jesuita, honoris causa por la Saint Louis University, afirma que el liderazgo que busca es el del animal africano: de gran corazón y suavidad

Madrid, Fernando R. Gorena - El sacerdote gijonés Kike Figaredo, Prefecto Apostólico de Battambang (Camboya) y conocido como el "obispo de las sillas de ruedas" por su labor humanitaria con las víctimas de las minas antipersona en el sudeste asiático, recibió ayer en Madrid el doctorado honoris causa de la Saint Louis University. Esta institución, fundada en 1818 en Missouri (EE UU) y con campus en Madrid desde 1967, forma parte de la Asociación de Universidades Jesuitas (AJCU), en la que se integran las 28 universidades que la Compañía de Jesús dirige en los Estados Unidos. Además de Kike Figaredo, recibieron el doctorado Honoris Causa el escritor José María Merino e Isabel Gómez-Acebo, teóloga y fundadora de la Asociación de teólogas mujeres españolas (ATE) y prima del Rey Felipe VI.

Tras la entrega, Kike Figaredo, afirmó que "vivo este premio con muchísima alegría porque es una confirmación más de que todas las labores que hacemos siguen inspirando y animando a mucha gente. Compartirlo con Javier Merino y con Isabel Gómez-Acebo, que son personas de calidad y con una trayectoria muy larga, me da mucha fuerza".


Figaredo trabaja en el sudeste asiático desde los años ochenta. Entre las obras que allí ha realizado se encuentra el Centro Arrupe. Esta institución intenta dar servicio a aquellas personas con discapacidades y malas condiciones de vida en el noroeste de Camboya, principalmente víctimas de mina y afectados por poliomielitis. La asociación Sauce colabora con este centro mediante apoyo económico y diseño de actividades.

El centro Arrupe para discapacitados comenzó a funcionar en 2001 y acoge actualmente a 180 niños y jóvenes víctimas de las minas en sus tres residencias Centro Arrupe, La Paloma y Kalapati y que tienen como objetivo primordial promover la dignidad humana y la igualdad de las persona discapacitadas y su integración en la sociedad. Esta labor se ha multiplicado en los últimos tiempos porque ha ampliado su trabajo según señaló ayer Kike Figaredo: "Tenemos muchas labores nuevas porque hemos comenzado a recibir niños con discapacidades mentales. Damos mucho servicio porque hemos abiertos dos centros de día para atenderlos, además de haber ampliado el trabajo en las comunidades, donde atendemos a cientos de niños. Estamos aumentando nuestra capacidad de servicio".

La ceremonia de concesión de los tres doctorados estuvo marcada por el acentuado carácter norteamericano de la institución. Se desarrolló indistintamente en inglés y castellano y los profesores accedieron al aula precedidos de las banderas española y estadounidense y de un gaitero enfaldado a la escocesa. Un cuarteto de cuerda interpretó el himno español y una soprano interpretó "a capella" el estadounidense poco después de que 64 alumnos representando a las 64 nacionalidades que estudian en el colegio escoltasen con sus banderas nacionales al cortejo académico. Siguieron la ceremonia, entre otros, la Infanta Pilar, cuñada de Isabel Gómez-Acebo, y amigos de Kike Figaredo como el exministro Marcelino Oreja o los asturianos Lalo Azcona, Leopoldo de Diego, Santiago Menéndez, secretario de Estado de Hacienda, o el jesuita Arturo Allende. Antes del acto académico, el anterior obispo de Oviedo y hoy cardenal de Madrid, Carlos Osoro, ofició una misa.

En su discurso de agradecimiento, Figaredo disertó sobre "cómo ser hombres y mujeres para los demás, utilizando a la jirafa -sostuvo un muñeco de ese animal africano durante su alocución- como metáfora: "Los jesuitas hemos heredado del Padre Arrupe ser hombres para los demás. La jirafa es el mamífero que tiene el corazón más grande para que llegue la sangre a su cabeza y a sus patas. Comparte espacio en la sabana con otros animales que no son de su especie. Cuando nota algo extraño, se mueve con suavidad y el resto de animales la sigue. Es un liderazgo suave y cercano. No podemos vivir sin estar conectados los unos con los otros".

Figaredo concluyó su discurso de agradecimiento parafraseando al Padre Arrupe sosteniendo que "no podemos concebir el amor a Dios sin el amor al hombre; un amor eficaz que tiene como primer postulado la Justicia y que es la única garantía de que nuestro amor a Dios no es una farsa".

Tras la ceremonia, Kike Figaredo se desplazará a Asturias para visitar a su madre "que se merece todo y que está delicada pero con muy buen ánimo".

 

(El Comercio)

Kike Figaredo: «Convivir y estar abierto al otro es el verdadero aprendizaje»

Kike Figaredo llama a «estar conectados por muy diferentes que seamos» al recibir el título de doctor honoris causa por la Saint Louis University

SARA GARCÍA ANTÓN Gijón - «La educación jesuita, como hace la jirafa, enseña a convivir con "animales diferentes", liderando con suavidad. No podemos vivir sin estar conectados los unos con los otros, por muy diferentes que seamos. La conciencia de que el otro es una sorpresa y enriquece es convivir y estar abierto al verdadero aprendizaje». Estas palabras formaron parte del discurso pronunciado por Kike Figaredo durante el acto en el que la Saint Louis University le concedió el nombramiento de doctor honoris causa.

En una ceremonia sencilla, celebrada en el auditorio del colegio Nuestra Señora del Buen Consejo en Madrid, el prefecto apostólico de la diócesis de Battambang, agradecía estad distinción y centraba su intervención en la educación, en la manera en la que forma «hombres y mujeres para los demás». Un discurso en el que uso la «metáfora de la jirafa (explicar)» para enumerar las virtudes que uno ha de tener para vivir «reconciliado, abierto a los demás».

Junto al jesuita gijonés, recibieron también la distinción de doctor honoris causa Isabel Gómez-Acebo, fundadora de la Asociación de Teólogas Españolas, y José María Merino, autor y miembro de la Real Academia de Escritores. Antes de la ceremonia académica se celebró una eucaristía en la parroquia de San Francisco de Borja, oficiada por el cardenal Carlos Osoro, acompañado por el padre Antonio España.

 

Foto Angel