Noticias / Rodolfo Martínez (p.1983) estrena "La sombra del adepto"
«Si escribo lo que me apetece nunca seré mayoritario. Pero soy un yonqui de la escritura»
Esta Noticia fue editada el: 21-01-2019

Rodolfo Martínez (p.1983) estrena

(La Nueva España)

RODOLFO MARTÍNEZ | Escritor de género y programador informático  

"Estoy agradecido a los jesuitas y a Asimov porque me enseñaron a ser crítico y escéptico"

"Me gusto, aunque soy perezoso para lo que se me da demasiado bien y no excesivamente empático"

Javier Cuervo - El escritor Rodolfo Martínez (Candás, 1965) estrena "La sombra del adepto", cuarta novela de una serie que inició hace diez años y concibió como un James Bond en un escenario de fantasía. Salió de 2018 sin vesícula biliar ni cólicos "que le deseo a mi peor enemigo y no mucha más gente".

- Hable de los amigos.

-Me costaba hacerlos de más joven por una timidez que se confundía con arrogancia. Mantengo los de toda la vida, de intereses comunes: la ciencia ficción, los cómics, el cine, los juegos de rol y de mesa. Soy amigo de Javier Cuevas desde hace 43 años, cuando coincidimos en quinto de EGB, recién llegados a Gijón. No conocíamos el término "friki" y creíamos que éramos los únicos.

- Vino con 10 años.

-A casa de mis abuelos.

- Mal curso para ser nuevo.

-Me costó salir de la concha año y medio. Mis padres creyeron que tendría mejor educación en La Inmaculada que en la escuela de Candás. Los jesuitas me enseñaron a pensar y a decidir por mí mismo. Salí un pelín ateo, pero les estoy agradecido. Soy crítico y escéptico gracias a ellos y al humanista Asimov.

- ¿Contento con usted?

-Me gusto. Soy perezoso con lo que se me da demasiado bien y no excesivamente empático, aunque más desde que tengo gatas.

- La empatía es una asignatura obligatoria ahora.

-Puedo entender el sufrimiento de una persona con la que no tengo relación, pero no me afecta emocionalmente.

- La falta de empatía es la característica del psicópata.

-Mi mujer dice, espero que en broma, que lo soy un poco. Soy poco paciente con cosas que para otro son un problema y para mí tonterías de "espabílate".

- Ahora todo el mundo es víctima y cuenta lo que sufre.

-Me siento incómodo cuando alguien comparte su sufrimiento en público, pero también cuando cuenta la felicidad. Son faltas de pudor y, en eso, soy un poco victoriano.

- ¿Cuándo se hizo lector?

-Desde crío me atraían los superhéroes. La primera novela no adaptada que leí fue "La isla misteriosa", de Verne. Mi padre leía ciencia ficción y me atraían aquellas portadas con nebulosas y astronautas. Cogí uno de sus libros, me pilló y en vez de prohibírmelo me trajo al día siguiente "La Fundación", de Asimov. Antes de los 18 años descubrí a García Márquez, Tolkien y Robert Graves, los que más me hicieron disfrutar y a los que releo mucho.

- ¿Desde cuándo escribe?

-Desde los 12 años. Antes veía una serie americana llamada "El inmortal" e imaginaba capítulos por mi cuenta, pero empecé a escribir después de ver "La guerra de las Galaxias". Cuarenta páginas de libreta donde intentaba unir la ciencia ficción más aventurera como "Star Wars" con la científica de Asimov o Clarke. Cuando mis padres vieron que me gustaba y no era un capricho me advirtieron de que ganarse la vida como escritor era difícil.

- Empezó Filología Inglesa.

-Tengo facilidad para el inglés y me gusta la literatura anglosajona. Pero dejé la carrera y fui a la mili por ver cómo era.

- Pocos la hacían en 1992.

-El primer reemplazo que hizo 9 meses y sin salir de la región. Dormía en casa. Acabé de escribiente en Noreña y era casi tener un trabajo remunerado con 1.235 pesetas al mes. Me puso en forma decente y si no hubiera ido no habría disparado un tiro en mi vida. Aprendí cosas para la vida y para la escritura. Me decepcionó que la mayoría de los militares fueran burócratas con uniforme de camuflaje. No quería un cuartel petado de "rambos", pero...

- Es programador informático.

-Y me divierte porque me recuerda a la escritura. Mis padres, Rodolfo y Charo, trabajaban en la informática de Ensidesa y en casa había tarjetas perforadas y leía acerca de computadoras en la ciencia ficción, pero no me interesó hasta los 23 años.

- ¿Qué pasó?

-Me regalaron un Amstrad CPC 6128 con disquetera adosada al teclado. Traía un manual de Basic y aprendí a programar una agenda telefónica, un fichero para mis libros y descubrí que me gustaba. Y nunca más escribí mis novelas a mano para pasarlas luego a máquina. Hice la FP de informática en Seresco, donde trabajo desde 1995.

- ¿Cómo escribe?

-Soy un escritor de brújula, no de mapa. Soy Sherezade y el sultán a la vez, escritor y primer lector. En "Las huellas del poeta" mezclé a Holmes con Lovecraft, los puse en la Guerra Civil española e introduje un personaje inspirado en Superman. No sabía cómo hacerlo y lo pasé de vicio.

- Escribe usted mucho.

-Tres o cuatro horas al día. No me cuesta, aunque entre 1999 y 2003 empecé varias novelas y no acabé ninguna. Soy rápido. Mi mujer, que es la escritora Felicidad Martínez, me odia cuando hago siete páginas en el tiempo en que ella hace una y media.

Es su segunda mujer. Se casó en 2002, después de 7 años de convivencia, y se separó en 2006. Volvió a casarse en 2017.

-Nunca sentí la necesidad ni el impulso de tener hijos y mis parejas han sido compatibles en ese sentido. Sólo mi madre oía correr el reloj biológico.

- ¿Pensó en dejar de escribir?

-A veces, porque no soy un autor de éxito. Tengo mi club de fans de 1.500 a 2.000 lectores y si escribo lo que me apetece nunca seré mayoritario. Pero soy un yonqui de la escritura. Ahora me divierte corregir más que antes. Asimov decía que revisar el texto era masticar un chicle usado.

En 2009 abrió editorial, Sportula, para reeditar obras suyas que ya no se encontraban y para probar cómo funcionaba el e-book

-A los dos años me llegaron originales y me surgieron ideas de publicación. Reedito a Gabriel Bermúdez, Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera y Javier Redal o el primer libro de Elia Barceló, que, aunque está en la onda, no se lo reeditaron en 30 años. Ahora me gusta traducir a H. G. Wells y a Conan Doyle y estoy con el "Conan" completo y original de R. E. Howard.

- Hace pequeñas tiradas, usa distribución no tradicional.

-Y apuesto por lo digital. Para mí, el papel es complementario. Lo saco porque me gusta. La horquilla de venta está entre los 600 y los 1.200 ejemplares. Gano dinero para pagar royalties, mantener la editorial y un remanente para proyectos más caros.

- Estamos en el año en que se ambienta "Blade Runner". Replicantes y aerocoches aparte. ¿El mundo es peor?

-No parece que la contaminación sea tan grave ni nos hemos cargado a todos los animales, pero tenemos cambio climático y un viraje hacia el fascismo. No estamos mejor que en "Blade Runner".

Foto Angel