Noticias / Esteban Gómez Suárez (p 1990), nos habla de su vocación por la Enfermería
Es actualmente Presidente del Colegio de Enfermería de Asturias
Esta Noticia fue editada el: 19-02-2021

Esteban Gómez Suárez (p 1990), nos habla de su vocación por la Enfermería max-width=

Cuando Esteban Gómez Suárez (Gijón 1972) terminó sus estudios en la Inmaculada, dejando atrás sus fines de semana de balonmano con los míticos partidos contra el Codema y las pachangas de futbito en la playa, tenía claro que quería dedicarme a algo que me permitiera ayudar a los demás. Desde pequeño, el presidente del Colegio de Enfermería de Asturias se vio inmerso en el mundo sanitario. Aún recuerda las horas que pasaba en la consulta de su abuelo, Ramón Gómez Lozana, histórico médico del Sporting al que la ciudad homenajeó con una calle tras su fallecimiento. Gracias a él conocí a muchos jugadores. Me impresionó mucho Maceda, era muy alto, rememora ahora entre risas. La sanidad le llegó no sólo de la mano de su abuelo Ramón, sino de un tío, también facultativo. Además, su padre, Félix Gómez, abogado de profesión, llegó a ser gerente del Igualatorio Médico Quirúrgico en Gijón. Acabar estudiando algo sanitario estaba cantado, confiesa.

 

Esteban decidió probar suerte en la enfermería, una profesión de la que me enamoré al minuto. Este gijonés, que se crió donde la Plazuela y pasó sus veranos entre la Escalerona y playa España, se formó en la antigua Escuela de Enfermería (ahora facultad) de aquella estaba en la Universidad Laboral y apenas un diez por ciento de los alumnos eramos varones, pero nunca me sentí discriminado, al contrario. De hecho, a quienes me preguntan digo siempre que me considero una enfermera. Es una profesión altamente feminizada y es un gran valor que hay que reconocer.

 

Esteban Gómez, al frente de un colectivo que en Asturias suma más de 7.000 colegiados, está convencido de que la enfermería no ha logrado la proyección merecida porque históricamente a las mujeres no se les ha dado el valor profesional demostrado.

Cree Gómez que la enfermería empieza ahora a despertarse de un largo letargo. Tenemos mucho que aportar. Contrariamente a lo esperado la pandemia por coronavirus, que está dejando un reguero de sinsabores, ha puesto en valor el papel de las enfermeras. Presidir el Colegio de Enfermería de Asturias fue un camino tortuoso que requirió de siete años de procesos judiciales para poder devolver al colegio a las enfermeras. Hacerlo incluso en tiempos de covid lo complicó aún más: Tomé posesión como presidente y al poco estalló la crisis. Con todo se considera afortunado: Trabajo con un equipo de gente maravillosa y creo que estamos llevando a cabo proyectos interesantes. Uno de ellos, talleres de ayuda psicológica para profesionales a los que la atención a pacientes covid está haciendo mella. Estamos cansados como toda la sociedad, admite.

La crisis por la pandemia lo ha trastocado todo y aunque ha hecho que la enfermería trabaje a full aún hay bastante precariedad laboral. Gómez, enfermero en el área quirúrgica de Arriondas desde que el hospital abrió en 1997, se apuntó como voluntario para cubrir turnos durante la pandemia. En noviembre y diciembre estuvo en Credine, en Langreo, y en el hospital de la Feria de Muestras (H-144). Impresiona entrar a un recinto como el de la Feria, al que conociste de otra manera. Como gijonés es algo que te toca. Pero Esteban es de los que prefiere ver el vaso medio lleno. Soy optimista y estoy convencido de que saldremos adelante. Uno de sus mayores deseos es volver a recorrer las calles de su infancia. Sobre todo, pasear por el Muro, de la mano de Yoyi, su madre, a la que no abraza ni visita desde hace meses.

 

 

Foto Angel