Félix Baragaño es el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, organizadora de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA), que concluye hoy su 64ª. edición.

–Haga balance.

–Muy positivo. Transmitimos el día de la inauguración que fuera la Feria del optimismo y que sirviera de revulsivo para la economía asturiana y hemos podido comprobar que así ha sido. Sin duda es una feria de transición, nadie puede querer compararla con la de 2019, pero aún así, consideramos que las expectativas se han superado.

–¿Cómo ha sido la afluencia?

–En los primeros días fue más reducida y poco a poco fue aumentando y pensamos que muy relacionado con el boca a boca. Se ha conseguido ese equilibrio entre que haya una cantidad de personas razonable para que los expositores estén satisfechos y por otro lado, que las personas que venían tuvieran siempre sensación de seguridad y que en ningún caso hubiera habido aglomeraciones.

–¿Y los expositores?

–Yo hablé con algunos expositores que habían venido con miedo sobre cómo iba a evolucionar la Feria, y lo que me decían claramente es que superaron sus expectativas.

–La Feria se inauguró como símbolo del inicio de la recuperación económica. ¿Los hechos lo han constatado?

–La ilusión que teníamos en un primer momento de que así fuera sin duda se ha constatado y convertido en una realidad. Hemos visto a los expositores con ilusión y mejorando sus cifras de negocio y, por otro lado, hemos constatado en las distintas jornadas institucionales que hay un ambiente claro de que las cosas están mejorando.

–¿Satisfecho?

–Desde la Cámara se pone un granito de arena para que a la gente le vaya bien. La Feria es tremendamente útil para los que están aquí y, al final, sientes un orgullo tremendo, como institución, por poder ser útil a todas las personas que aquí exponen.

–¿En torno a qué cifra de visitantes acabará esta edición?

–Si el último día se desarrolla conforme a lo previsto, rondaremos los 500.000 visitantes.

–En 2019 se alcanzó el récord con 724.314 visitas. A qué atribuye la reducción de este año.

–Se eliminaron una serie de días, como el de la tercera edad. Además, había muchas veces en que la gente sólo venía a pasear o a tomar algo y ver el ambiente, y ese público se ha reducido. Quienes vinieron este año lo hacían con intención de comprar. Es algo que va en consonancia con el ahorro que hubo este último año en los hogares, con lo que la gente tenía capacidad de consumir.

–¿Menos visitas pero más ventas que en otras ediciones?

–Proporcionalmente al número de visitantes las ventas han aumentado, pero en valores absolutos han quedado un poco por debajo de 2018 y 2019.

–¿Y en cuanto a la presencia institucional?

–Ha tenido una acogida extraordinaria, por que la cantidad de eventos que se han organizado son similares a otros años. Institucionalmente podemos estar agradecidos al Principado, al Ayuntamiento de Gijón y al resto de los ayuntamientos presentes, partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales, Universidad; todo el mundo se ha volcado y ha querido estar.

–¿Qué cambios de esta edición permanecerán tras la pandemia?

–Que las invitaciones del Herrero y de la Caja de Ahorros valgan para cualquier día de la Feria, probablemente eso haya llegado para quedarse, porque ¿para qué esa obsesión de venir todos el mismo día para que todo se colapse? Otros ejemplos: El traslado del “fotocol” del edificio de la entrada principal a la zona al aire libre junto al busto de Jovellanos; en cuanto a la amplitud de pasillos, los ha habido entre 8 y 12 metros, cuando en ediciones anteriores eran entre 4 y 6 metros; bueno, pues para el futuro a lo mejor ni son 4 ni son 12 y hay que ir a un punto intermedio._Otro cambio: el Día de León, que lo pasamos de la puerta del Pabellón Central al Tendayu del Pueblo de Asturias. También la cantidad de terrazas hosteleras que se han abierto. ¿No está la gente más a gusto sentada que caminando comiendo un bocadillo por las calles? ¿Por qué no vamos a poder mantener ese tipo de cosas que han servido para mejorar? Mucha gente nos transmite que este año estuvo más cómoda en la Feria, porque hubo más amplitud._Hay que hacer un esfuerzo por mantener todo eso.

–¿Cree que en 2022 podrá celebrarse una edición normal?

–Con cerca de un 80% de vacunación, casi estamos en la inmunidad de grupo. Sí parece que probablemente tengamos que vacunarnos anualmente durante unos años. Pero eso tampoco es distinto de lo que ocurre con la gripe. Hemos puesto las bases para que poco a poco la pandemia se vaya superando. Quiero pensar que el año que viene va a ser una Feria, no me atrevo a decir normal, pero casi normal, y que al final el covid se acabe convirtiendo en otra gripe más o en una enfermedad de las muchas con las que estamos acostumbrados a convivir, sin que genere colapsos sanitarios.

–¿Quiere decir que si no una feria normal, será una sin medidas tan estrictas como este año?

–Así lo pienso, que las medidas no van a necesitar ser tan estrictas.

–¿Para cuándo estarán ejecutadas inversiones pendientes como la ampliación del Pabellón de las Naciones?

–El Ayuntamiento ya ha licitado el proyecto de la avenida que nos separará del parque de los Hermanos Castro. Pero tengo dudas de que de aquí a un año ya veamos obras ejecutadas. Pienso que para el siguiente sí. Luego los pabellones exigirán algo más de tiempo. En dos años algo vamos a ver.

–¿Es fácil aparcar en el entorno de la Feria?

–Es conocida la posición de la Cámara, que está incómoda con las medidas de movilidad del Ayuntamiento. La Alcaldesa me ha pedido que tenga paciencia, que va a haber medidas alternativas. Insistimos en que un recinto como este tenga buenos accesos y que la gente llegue y pueda aparcar. Ahora mismo eso tiene dificultades. Lo solventamos de manera provisional por el parking del Campus, pero hay gente a la que no le gusta mucho ir a aparcar allí y depender de un autobús lanzadera.

–¿Por dónde irá esa solución que le trasladan desde Alcaldía?

–A mí me consta que la Alcaldesa está pensando en parkings disuasorios en las entradas de la ciudad e incluso que algún parking pudiera ir unido a algún tipo de construcción, no sé si subterránea o en altura. Pero sí me consta que desde el Ayuntamiento son conocedores de la situación y que están dando vueltas para buscar soluciones.

–¿Un aparcamiento disuasorio a las afueras?

–Yo creo que están pensando más bien en todo este entorno de La Guía, El Molinón, Palacio de los Deportes... Si fuera por este entorno está muy bien, porque al final son tres o cinco minutos andando hasta el recinto ferial.

–¿La puesta en servicio del Metrotrén?

–Eso sería fantástico, porque la gente podría venir de toda la zona central de Asturias, con la parada prevista en Viesques. Para nada renegamos del transporte público, pero es que ahora mismo hay muy pocas alternativas al transporte privado, especialmente para el que viene de fuera de Gijón.

–Están lanzando el Consejo de Cámaras, para coordinar las de Gijón, Oviedo y Avilés.

–Es muy probable que para septiembre tengamos un borrador que podamos presentar ya al Gobierno regional. No estamos inventando nada, estamos usando modelos similares a los que hay en otras comunidades autónomas.

Fuente: La Nueva España